Esta experiencia ha llegado a su fin.
No te das cuenta de lo importante que alguien es para ti hasta que tienes que dejarlo ir, y eso no es fácil.
Ayer tuve que decir adiós a mis dos hermanas. Ni compañeras, ni amigas: hermanas. Fue el peor día de mi año aquí. Como mi hermana italiana dice, este año en el extranjero no es solo una experiencia, es una vida en un año. Y ahora, tenemos que volver a la vida normal.
El jueves fue mi último día de clase y la organización nos regaló una bandera de Irlanda para que le pidiéramos a la gente que la firmara y tuviéramos el recuerdo siempre con nosotros. ¡Yo le pedí hasta a los profesores que me la firmaran!
La gente en el colegio cuando acabamos el último examen ¡empezó a llorar! Había lágrimas en chicas y chicos, los que se iban a ir, y los que se quedaban aquí. Vivir, pasar cada día de 9 meses con alguien que te haga reír y que te apoye en los momentos más duros, es alguien a quien vas a echar mucho de menos y a quien esperas ver en el futuro.
Yo sé seguro que voy a visitar en un futuro a cada una de las personas importantes que he conocido este año, pero todo será distinto. Ya no seremos compañeras de clase, o de casa. Ahora seremos amigas que van a verse de vez en cuando, cuando el bachiller y la universidad nos lo permitan.
Cada estudiante ha tenido una experiencia distinta. Ayer, llevando a mis hermanas al aeropuerto con el bus, había gente llorando pero también había gente que estaba muy contenta porque al fin se iban a sus casas.
En mi caso, yo me quedo aquí hasta el martes. Mi familia nos pidió que nos quedáramos un poco más para poder tener un poco de tiempo juntos después de la semana de exámenes, pero al final solo me pude quedar yo. Y pensé que estaría bien pasar unos días de más en Irlanda, pero no. Ahora tengo que pasarme hasta el martes viendo las camas vacías de mis hermanas que ya se han ido a sus países.
Todo el mundo te dice que no es un adiós, que es un hasta luego, pero he conocido a tanta gente de tantos países que sé seguro que no los voy a ver a todos, pero a los más cercanos, a los amigos que de verdad han dejado huella, a esos, espero visitarlos a pesar del estrés de bachiller y de la universidad.
Echaré de menos a los profesores, que en Irlanda son más amigos que superiores. Un profesor en Irlanda para llegar a serlo tiene que pasar por un infierno de pruebas, prácticas y años superduros de estudiar. Por eso, un profesor en Irlanda está apasionado por su asignatura, y en vez de trabajar de ella, quiere enseñar a los alumnos su pasión por ella.
En España, tengo profesores a los que les aburre lo que están explicando y a los que no les importa si aprendes algo o no. Este septiembre, voy a empezar en un nuevo colegio porque no sería capaz, después de un año con profesores encantadores, volver a lo que tenía antes.
En 9 meses, hemos construido una nueva vida. Mucha gente ha pasado, y poca gente se queda en mi memoria. He aprendido a ser tolerante y a aceptar las diferentes culturas y maneras de ser de gente de distintos países. He tenido mucho en cuenta la frase que me dijeron antes de irme en agosto: «No es mejor ni peor, es diferente», y al fin y al cabo, tienes que aceptarlo.
Echaré de menos a los profesores, que en Irlanda son más amigos que superiores. Un profesor en Irlanda para llegar a serlo tiene que pasar por un infierno de pruebas, prácticas y años superduros de estudiar. Por eso, un profesor en Irlanda está apasionado por su asignatura, y en vez de trabajar de ella, quiere enseñar a los alumnos su pasión por ella.
En España, tengo profesores a los que les aburre lo que están explicando y a los que no les importa si aprendes algo o no. Este septiembre, voy a empezar en un nuevo colegio porque no sería capaz, después de un año con profesores encantadores, volver a lo que tenía antes.
En 9 meses, hemos construido una nueva vida. Mucha gente ha pasado, y poca gente se queda en mi memoria. He aprendido a ser tolerante y a aceptar las diferentes culturas y maneras de ser de gente de distintos países. He tenido mucho en cuenta la frase que me dijeron antes de irme en agosto: «No es mejor ni peor, es diferente», y al fin y al cabo, tienes que aceptarlo.
¡Un saludo!
Àgueda
